Una reducción municipal en los costos, mejoras en la condición sanitaria, disminución de los ambientes contaminantes y una mayor presencia en los hogares de los camiones extractores de basura domiciliaria, son las ventajas inmediatas que presenta al proyecto de instalación de la primera planta de transferencia de residuos sólidos, que comenzará a operar a fines de este año en la comuna de Quilpué.

Estos aspectos los destacó el intendente regional Ricardo Bravo, quien fue invitado por el alcalde quilpueino Mauricio Viñambres a imponerse de la instalación de esta planta, que tiene un costo de 870 millones de pesos, aportados por la corporación y la empresa Stericycle.

Una vez en operaciones, la planta de transferencia estará en condiciones de recibir la carga de tres camiones recolectores de basura, con capacidad de 6 a 12 toneladas, para ser depositada en un camión compactado, sanitizado y cerrado de 26 toneladas. De esta forma con este moderno camión, se eliminará el viaje de esos tres recolectores hasta el Vertedero Los Molles,  que esparcen malos olores y percolados en su trayecto, lo que se evitará con el nuevo medio de transporte.

La empresa operará por espacio de siete años esta planta y con posterioridad el municipio asume la propiedad de estas faenas.