Las labores están a cargo de la Municipalidad de Valparaíso y de la organización un Techo para Chile, que de inmediato procedieron a efectuar las tareas de despeje y limpieza para levantar cada una de las viviendas, dada la necesidad de que muchas familias quieren volver a sus terrenos, ante lo cual es necesario disponer de estas casas antes que lleguen las lluvias.

Se trata de viviendas que reúnen las condiciones de habitabilidad y seguridad. Están dotadas de camarotes, cocina con balón de gas, ventanas de aluminio, kit de instalación eléctrica y conexiones al sistema de alcantarillado.

Paralelamente continúan las tareas de retiro de escombros y desechos metálicos, lo que ha permitido mantener despejadas las vías para el acceso de todo tipo de vehículos.

La autoridad insistió en que el Gobierno se ha hecho responsable de la compra de las viviendas y en caso de requerirse un número mayor a las 2.100, se adquirirán las que sean necesarias, recordando que existen de momento las alternativas de arriendo o vivir con un familiar recibiendo un subsidio estatal cada familia damnificada.

Insistió en que estas obras corresponden a instalaciones provisorias que son supervigiladas por el municipio, contando con el apoyo de 300 voluntarios de un Techo para Chile y del Cuerpo Militar del Trabajo, a los que se sumarán los voluntarios de las distintas universidades que se están organizando con el Instituto Nacional de la Juventud.

Para acelerar los trabajos de radicación de estas casas de emergencia, el municipio dispone de recursos enviados por el Gobierno para contratar personal técnico y especializado.